jueves, 18 de octubre de 2007

Hugh Lauri (HOUSE) en la revista Supertele




No tiene cura. Ni él lo pretende. La soledad de House es su más fiel compañera. En el capítulo que inaugura la nueva temporada de la serie y arrastró a más de 18 millones de espectadores en EE.UU., podremos comprobar que su vanidad y su arrogancia siguen intactas. En este adelanto, que Cuatro emite en primicia el jueves 25 –los demás episodios llegarán a España en enero de 2008–, Hugh Laurie sufre en la piel del médico los efectos de esa lengua mordaz e insolente que ha creado un estilo en televisión. Sus ayudantes Foreman (Omar Epps) y Cameron (Jennifer Morrison) lo abandonaron, y él mismo despidió sin dudarlo a Chase (Jesse Spencer). Ahora, ha de resolver en solitario el caso de una mujer que se comunica con parpadeos tras sufrir un accidente. Su amigo, Wilson (Robert Sean Leonard), y su jefa, Cuddy (Lisa Edelstein), lo instan a formar nuevo equipo. Y lo que acepta a regañadientes pronto se convierte en una tarea divertida. Rodeado de 40 aspirantes, se jacta de su ingenio y arrogancia. “Nunca había disfrutado tanto leyendo un guión. Los tres primeros capítulos son los mejores que me han ofrecido en mi vida. Concentran drama, comedia y hasta sesudas lecciones de literatura clásica”, celebra Laurie, cada vez más volcado en entender a su egocéntrico personaje. “Honestamente no lo conozco bien y todavía me pregunto por qué estoy en la serie. Ese tipo despierta en mí una especie de fascinación. Explicar sus pensamientos, su carácter y sus arrebatos es como entrar en otra dimensión, una verdadera locura”, confiesa.

Reconocimiento real

Sin embargo, ese estado de gracia es en buena parte responsable del éxito de la serie. El resto, obra del actor, que posee dos Globos de Oro y estuvo nominado a los Emmy 2007. Y en el capítulo de honores patrios, ha sido nombrado Caballero de la Orden del Imperio Británico, por la reina Isabel lI. Su condición de buen inglés se destapa: “Uno no tiene el privilegio de conocer a muchas reinas en su vida, así que pocas cosas se pueden comparar a esa experiencia. Hablé con ella 14 segundos exactos. ¡Tenía que recibir a 100 personas en una hora!”. Y hace gala del mismo humor al hablar de su trabajo: “House puede ser un compañero molesto, embarazoso y hasta abusivo. Pero, todos disfrutamos con él, porque consigue que entremos en su osado juego. Yo, sin embargo, no sería capaz de aguantar un día entero a su lado. Me despediría, como lo han hecho sus ayudantes”. En esta cuarta temporada, el personaje demostrará que es tan hábil encontrando remedio a extrañas enfermedades como utilizando las debilidades ajenas para nutrir su vanidad. ¿Quién de los aspirantes a trabajar en el hospital Princeton-Plainsboro sobrevivirá a sus criterios?


Sus nuevas tácticas

Esta competición entre médicos, que convierte a la ficción de Cuatro y Fox TV (Digital +) en un reality show de supervivencia, se alargará varios capítulos. “Será muy diferente a las otras temporadas –adelanta su productor ejecutivo, David Shore–. House saca su lado más sádico ante un equipo tan numeroso”. Implacable, impartirá lecciones magistrales mientras indaga en cuestiones paranormales o enseña el trasero como rasgo de indolencia ante los atónitos aspirantes. Entre ellos veremos a Peter Jacobson (Transformers), Kal Penn (24), Anne Dudek (Bones) y Olivia Wilde (The OC), que quisieran quedarse en la serie. Además, el doctor House creerá sufrir alucinaciones al descubrir que Cameron trabaja en Urgencias; Chase, en Cirugía; y Foreman, como supervisor del centro. ¿Quién le pone remedio?

María José Andrés.
Supertele

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