miércoles, 31 de diciembre de 2008
House - Ep 5x12 'Painless' - FOTOS
La serie tb tiene su hueco en la revista española Supertele con mtivo del estreno de la 5ª temporada en el canal Cuatro el dia de Reyes.
¿Qué le pasa al doctor? Llega la quinta temporada
Sin su mejor amigo se halla más solo que nunca. Pero su corazón empieza a latir por una mujer. Será que después de todo, él también es humano…
Nada ocurre por azar. Es la lección que el doctor House (Hugh Laurie) recibe en esta quinta temporada de la serie, que llega a Cuatro el día de Reyes. Tras el dramático desenlace de la anterior entrega, con la muerte de la novia de Wilson (Robert Sean Leonard), este se enfrenta a la fuerza destructiva que su amigo ejerce sobre él, y lo abandona. House intentará retenerlo, pero el oncólogo quiere distanciarse de él.
Esta falta de indulgencia se ha trasladado también a la audiencia de EE UU. Allí, cinco millones de espectadores ya le han dado la espalda y le han sustituido por otro personaje igual de controvertido: Patrick Jane (Simon Baker), el protagonista de El mentalista, serie que estrenará La Sexta. Con tanto comportamiento hiriente, la adicción que había creado House pierde fuerza. ¿Tendrá cura?
En los nuevos episodios –en esta temporada se llega al 100–, House lucha por ser menos egocéntrico, aunque no de un modo muy honesto. Para asumir el enfado de Wilson, contrata a Lucas (Michael Weston), un detective que sigue los pasos de aquel y hace a la vez de cómplice de sus lamentos.
“El arreglo de todo este desastre será algo divertido y entretenido de ver. Eso espero. Ya sabes, los amantes siempre se arreglan”, adelanta Hugh Laurie con su humor cáustico. Para el actor, que se ha convertido en productor ejecutivo de la ficción, esta entrega es la más fascinante de todas.
Ignorado por los demás
“House está más vulnerable que nunca: persigue a Wilson porque lo necesita. Ahora le tocará probar su propia medicina y sentirá el desdén que él siempre ha mostrado hacia el resto de la humanidad; se descubre como un hombre más humano y emocional”. Para comprender esta transformación, alude a uno de sus ídolos, el capitán Kirk, de la saga Star Trek. “Hay una escena en la que dice: ‘En algún lugar del planeta, alguien ahora mismo está diciendo las palabras más maravillosas’. Yo siempre pensé que estas eran ‘te quiero’ y sin embargo son ‘por favor, ayúdame’. Esa fragilidad es necesaria y hermosa en los humanos”.
Laurie también tiene su propio concepto de la amistad: “Nosotros no elegimos a los amigos porque sean los mejores del mundo, lo hacemos por diferentes razones, y si no fuese de esa manera, el universo sería muy raro”.
Pero… ¿existe una posibilidad de salvación para ese matrimonio mal avenido que, a su pesar, forman House y Wilson? “Ellos no son simples colegas; casi parecen una pareja y no pueden vivir el uno sin el otro. House necesita a Wilson para alimentar su vanidad, como utiliza a los pacientes para mostrar sus habilidades médicas. Y esas bromas no son un simple alivio cómico, son más profundas. Es admirable su capacidad para encontrar el humor en lo absurdo; le ayuda a enfrentarse a las miserias humanas que vive cada día en el hospital”.
La fiel Cuddy
Finalmente, el cabreo de Wilson irá a menos cuando House pierda a su padre, y este conmine a aquel a recordar el día en que comenzó todo, en una especie de road movie. Este recurso de ser un hombre desvalido, que acabará funcionándole con su amigo, también tendrá un efecto colateral sobre Cuddy (Lisa Edelstein), la única mujer capaz de aguantarle. ¿Quién si no?
Esta temporada, la eficiente jefa del Princeton-Plainsboro continúa obsesionada con la idea de ser mamá, tanto que raya la locura en su intento. House, conmovido, trata de ayudarla y…
“Ambos son incapaces de estar con alguien, lo que les convierte en perfectos el uno para el otro. Por eso, deberían intentarlo ”, reflexiona Lisa Edelstein. Un beso apasionado en un momento en el que ella está en baja forma; una brusca caricia de él para acercarse de nuevo… “El espectador casi pensará que se está fraguando una relación, hasta que hay un revés y la línea se tuerce. Estamos hablando de House. El personaje no puede enamorarse, el show no sería lo mismo”, continúa la actriz.
Y parece que, de momento, ambos se conforman. “La intensidad entre ellos no ha disminuido con el paso del tiempo”, asegura ella. “A mí me gusta la forma tan áspera que tienen de tratarse, y me da mucho placer observar esta historia”, apunta él.
Sin duda, hay vida y emoción con o sin Wilson. Al final, House siempre vuelve a las andadas, y el resto de tramas personales de esta temporada son más que alentadoras. Además de las ya mencionadas de House-Wilson y Cuddy-House, saltan a escena otras no menos interesantes, las de Chase-Cameron (Jesse Spencer y Jennifer Morrison) y Trece-Foreman (Olivia Wilde y Omar Epps). Ellos también tendrán que enfrentarse al dolor, la infidelidad o el miedo a la propia muerte.
Álex de la Iglesia cuenta con él
A pesar de todo, House tiene la cada vez más complicada tarea de anestesiar a su público. Se aproxima una avalancha de series de factura internacional, todas dispuestas a arrebatarle a los pacientes telespectadores que pasan por su consulta en Cuatro y Fox TV.
“Vale la pena tolerar al personaje, aunque sea raro, agresivo y brusco. La gente lo acepta porque entretiene y, además, se enfrenta cada día a la muerte”, espeta con rotundidad Laurie. De momento, él ya ha firmado hasta 2012, algo que le reportará nueve millones de dólares anuales. Y una buena noticia: Álex de la Iglesia quiere contar con él para su próximo filme: La marca amarilla, que rodaría de nuevo en Reino Unido y en el que tendría de compañeros a Kenneth Branagh y Jude Law. Larga vida a Hugh y… a House.
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